Meditar nos permite dormir bien

Meditar nos permite dormir bien

En un mundo acelerado y estresado como el que vivimos, dormir bien es un privilegio. La empresa Equipos Consultores de Uruguay, realizó en 2019 un estudio sobre el descanso en Uruguay con resultados reveladores: un tercio de la población percibe su descanso como de mala calidad, 1 de cada 4 personas consume medicación para dormir, las mujeres tienen peor descanso que los hombres, entre otros tantos datos que han publicado. El sueño es un componente fundamental de nuestro bienestar físico y mental. Un buen descanso nocturno puede cambiar la forma en que

nos relacionamos con las situaciones y las personas durante el día. Dormir mal tiene consecuencias directas en nuestra salud: disminución de la atención, del estado de ánimo y de la memoria. Con el tiempo, también podría provocar eventos cardiovasculares, cáncer, enfermedades infecciosas, aumento de peso y problemas de humor. Hasta en un 15% de los adultos, el insomnio causa angustia o deterioro durante el día, y el riesgo de insomnio es mayor en mujeres y adultos mayores.

La meditacion, igual de eficaz que la medicación

Un estudio que se realizo en la Universidad de Minnesota, a personas con isomnio cronico revelo que las personas que habian tomado un curso de mindfulness de ocho semanas, lograron la misma eficacia para dormir que aquellos pacientes que tomaron una medicacion para el insomnio. Todas las personas mejoraron en el número de horas que dormían, en el tiempo que tardaban en conciliar el sueño y en la calidad del sueño. La gran diferencia entre los dos tratamientos fue que despues de cinco meses, las personas que tomaron el curso, lograban dormirse el doble de rápido, y el grupo con medicación tenía grandes recaídas de insomnio cuando les quitaban las pastillas.

Esforzarse para dormir, no funciona

Uno de las principales problemas asociados al insomnio es el exceso de pensamientos: muchos pendientes a resolver y muchas ideas que procesar para el día siguiente. Una mente intranquila y ansiosa tendrá muchos problemas para bajar su velocidad e intensidad, y asi poder descansar. Y lo peor es que muchas personas creen que por esforzarse y persistir, lograrán dormirse. Y en realidad, sucede lo opuesto; el sueño no funciona por intentar inducirlo, no ocurre como fruto de nuestro esfuerzo o deseo impetuoso. Si queremos dormir, tenemos que aprender a relajar la mente y el cuerpo.

Con mindfulness descansamos mejor

La practica de la atencion plena, nos invita a cultivar mas presencia y curiosidad,  aceptando “lo que es” en cada momento. Esto nos ayuda a disminuir los pensamientos ansiosos, las resistencias y los juicios anticipatorios. Una mente que es sencilla y abandona la necesidad de control y suelta sus luchas innecesarias, es una mente  predispuesta para el descanso.

3 tips para poder dormir mejor:

  • Bajar la velocidad mental
    Si queremos dormir bien, debemos comenzar por bajar la velocidad e intensidad de nuestro proceso mental y esto implica hacer un viaje desde la mente hacia el cuerpo. Es decir, mover el foco de la atención desde las preocupaciones mentales a las sensaciones corporales. Este cambio del “pensar al sentir” desciende los niveles de rumiación mental y calma la mente.
  • Preparar el descanso durante el dia
    Si permitimos que la mente trabaje sin descanso durante el día, será muy difícil descender su velocidad a la hora de ir a dormir. La propia inercia del día inundará nuestra mente de pensamientos, al apoyar la cabeza sobre la almohada. Para lograr un sueño exitoso,  tenemos que preparar nuestro descanso durante el día. Para esto, la practica de realizar “pausas” regulares durante el día es ideal (parar cada 2 o 3 horas para centrarnos y respirar por unos minutos). Esta practica la comparto en profundidad en mi libro “Full stop”.
  • Consumir tranquilidad
    Los últimos pensamientos que tenemos antes de ir a dormir, determinan la calidad del descanso. Si antes de acostarnos vemos una película intensa, tenemos una conversación acalorada o tomamos alguna bebida excitante, eso va a repercutir directamente en nuestro descanso. Si queremos dormir bien, debemos cuidar muy bien lo que consumimos con la mente antes de ir a la cama.